huesos





Desenterrando huesos.
Limpiándolos, despuntándolos, 
reconociéndote en ellos,
armando una guirnalda de cicatrices, recuerdos.
Abismos del pasado, 
cada hueso me trae
la verdadera savia de la tierra: 
corruptible, hecha y deshecha en miradas y gusanos.

Y entonces mi caricia de Eva-sin-nombre, 
sin rostro, sin hollejo,
te hace brotar una margarita entre las piernas:
la que te deja despertar entre tanto escombro óseo,
germinando nuevamente los miembros en la vida:
firmes, sueltos, flexibles, 
libres de cadenas.
Huesos como tibias barcas de papel.
Huesos que se perfuman de vainillas y mareas.
Huesos vagabundos.
Huesos que bailan al son de la risa 
y se estiran al cosmos.
Huesos que penetran el alma 
como una estaca de rosas
para que brote miel, silencio, fuego.

La vida hecha peligro, en manos de tus huesos.

©Germana Martin


No hay comentarios:

Publicar un comentario